Síntesis
El tango cobija bajo su música desde lo más sublime hasta lo más sombrío. Todos son bienvenidos, sin distinción. Mezclados, como en un crisol, se funden en el baile personas de distintos orígenes raciales, religiosos, políticos, sociales, culturales y económicos cuyo acercamiento a esa danza tiene, también, variopintas motivaciones. En su regazo descansan amistades furtivas que solo saben lo que el otro lleva puesto a la milonga, ignorando su historia, su trabajo o su familia. El tango los junta, y en la milonga solo importa la impronta del bailarín …hasta que alguien se enamora. Es entonces cuando comienza a descubrirse la vida del otro y lo inimaginable sale a la luz. En la milonga lo prodigioso coquetea con lo subterráneo. Ese antagonismo queda plasmado en una escena de la novela: cuando la protagonista baila el tango “Danza Maligna” en el altar de una iglesia porteñ a, delante del sacerdote y de cientos de fieles que acaban de escuchar la mis a dominical.